
- Ana Laura Muñoz despidió ilegalmente a una mujer embarazada y acumula señalamientos por abuso de poder, amenazas y represión dentro del Ayuntamiento.
La semana pasada, el Ayuntamiento de Santa María del Río, encabezado por Isis Ayde Díaz Hernández y gobernado por MORENA, protagonizó un hecho que raya en la crueldad: una mujer embarazada fue despedida de forma arbitraria tras ausentarse por una situación médica que pudo haber puesto en riesgo su vida.
La trabajadora, quien se desempeñaba en el Ayuntamiento desde octubre de 2024, presentó justificantes médicos emitidos por un hospital de la capital. Sin embargo, al reincorporarse a sus labores, fue recibida con hostilidad por la síndico Ana Laura Muñoz Hernández, quien no solo desestimó su situación de salud, sino que procedió a despedirla y amenazarla, sin tener la facultad legal para hacerlo. Esta decisión, además de inhumana, podría constituir una violación a los derechos laborales y abrir la puerta a una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Este caso no es aislado. Es solo uno de varios despidos impulsados por Muñoz Hernández, quien ha cesado a funcionarios clave como el secretario general, directores de área y personal operativo, generando un clima de incertidumbre y temor. Todos los caminos apuntan a ella: una funcionaria que ni siquiera reside en el municipio, sino en Tamazunchale, y cuya presencia en la planilla municipal habría sido posible gracias al uso de documentación presuntamente falsa.
Ex trabajadores y empleados actuales coinciden en señalar a Ana Laura Muñoz como una figura autoritaria, prepotente y fuera de control. Aseguran que es ella quien realmente toma las decisiones dentro del Ayuntamiento, relegando a la alcaldesa Isis Díaz a un papel decorativo. En los hechos, el poder lo ostenta la síndico, quien actúa sin contrapesos.
Como si no bastara, la administración ha sido acusada de intentar silenciar por medio de su Dirección de Comunicación Social a quienes denuncian estos abusos. Los señalamientos apuntan a campañas de desprestigio orquestadas desde perfiles falsos en redes sociales, publicaciones en grupos usando la modalidad de «Miembro anónimo» e incluso medios creados con el único fin de elogiar su gestión y atacar a los críticos.
La situación en el Ayuntamiento de Santa María del Río es alarmante. Los abusos de poder, las represalias contra empleados y la persecución digital a voces disidentes revelan un gobierno autoritario, insensible y dispuesto a pisotear derechos con tal de sostener su control.