La positividad tóxica puede llevar a las personas a negar o reprimir sus emociones negativas, como la tristeza, la ira o el miedo.
Dámaris Morán
En los últimos años, la positividad ha ganado popularidad como una forma de mejorar la salud mental. Sin embargo, existe un lado oscuro de la positividad que puede ser perjudicial: la positividad tóxica.
La positividad tóxica es una forma de pensamiento positivo que se ha vuelto extrema y dañina. Se caracteriza por la creencia de que siempre se debe tener una actitud positiva, sin importar la situación.
La positividad tóxica puede tener una serie de consecuencias negativas, como:
• Negación de las emociones negativas: La positividad tóxica puede llevar a las personas a negar o reprimir sus emociones negativas, como la tristeza, la ira o el miedo. Esto puede dificultar que las personas se enfrenten a sus problemas y emociones de manera saludable
• Sentimiento de culpa: La positividad tóxica puede hacer que las personas se sientan culpables por sentir emociones negativas. Esto puede hacer que las personas se sientan aisladas y solas.
• Aumento del estrés: La positividad tóxica puede generar estrés en las personas. Esto se debe a que las personas se sienten presionadas para estar siempre felices y positivas, lo que puede ser difícil de lograr.
Algunos ejemplos de positividad tóxica incluyen:
• Decirle a alguien que «todo sucede por una razón» después de una experiencia traumática.
• Insistir en que alguien «sonría» cuando está triste o enojado.
• Afirmar que «siempre hay alguien que lo tiene peor que tú» cuando alguien está pasando por un momento difícil.
Es importante tener en cuenta que la positividad tóxica no es lo mismo que el pensamiento positivo saludable. El pensamiento positivo saludable es la creencia de que las cosas pueden mejorar, incluso cuando las cosas están mal. El pensamiento positivo saludable también implica aceptar las emociones negativas como parte de la vida.
Si crees que estás luchando con la positividad tóxica, hay algunas cosas que puedes hacer para abordarla:
• Permítete sentir tus emociones negativas. No hay nada de malo en sentir tristeza, ira o miedo.
• Habla con alguien en quien confíes sobre cómo te sientes. Hablar con un amigo, familiar o terapeuta puede ayudarte a procesar tus emociones y desarrollar formas saludables de lidiar con ellas.
• Evita a las personas que te presionan para que estés siempre positivo. Es importante rodearte de personas que te apoyen y te acepten por quien eres, incluso cuando no estás teniendo un buen día.
La positividad tóxica es un problema real que puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental. Al ser conscientes de esta tendencia y tomar medidas para abordarla, podemos ayudarnos a nosotros mismos y a los demás a vivir vidas más felices y saludables.