
Por Dámaris Morán
Las imágenes son devastadoras. Una mujer —que se presume es la madre o familiar cercana— lanza una serie de golpes contra un bebé indefenso en plena Plaza del Carmen, en el corazón de San Luis Potosí. Lo hace sin pudor, sin miedo, con una furia que hiela la sangre de quien observa. No hay mayor símbolo de fragilidad que un niño en carriola, y no hay mayor cobardía que volcarle encima la frustración y el enojo de una vida que quizá jamás debió traerlo al mundo.
Este no es un caso aislado, es un espejo doloroso de la maternidad impuesta, de la paternidad ausente, del abandono institucional y del silencio colectivo. Hay quienes aún creen que ser madre o padre es un destino inevitable, una obligación social. No. Tener hijos no es un requisito de vida, es una decisión profunda, ética, emocional. Y si no estás dispuesto a criar con amor, paciencia y responsabilidad, la elección más valiente es no tenerlos.
Los niños no son bálsamo para heridas no sanadas, ni castigo divino para mujeres que no “se cuidaron”, ni consuelo para relaciones rotas. Son personas en formación, vulnerables, necesitadas de protección y ternura. El llanto de un bebé jamás debería despertar golpes, sino abrazos. Y si tu mente grita más fuerte que tu instinto de cuidado, es urgente que no cargues con la vida de alguien que no pidió nacer.
Lo que vimos en ese video debe dolernos como sociedad. Porque un golpe a un niño es un golpe a la esperanza, a la empatía, al futuro. No podemos seguir normalizando la violencia doméstica, ni justificar con pobreza o estrés lo que nunca debe ser justificado. Necesitamos madres y padres que elijan serlo, no que sobrevivan siéndolo. Porque criar no es castigo, es compromiso. Y si no puedes —o no quieres— cuidar, entonces no tengas hijos.
violenciainfantil #maternidadresponsable #paternidaddigna #sialamornohayaagresion #niñezsegura #sanluispotosí #slpviral #noalaviolencia #difinvestiga #crianzaconrespeto #noquierohijos #plazadelcarmen #niunmenospotencia #infanciasinmiedo #serpadresesunadecision