
El cambio climático representa una amenaza creciente para la salud y el bienestar, especialmente entre grupos vulnerables como niños, mujeres embarazadas y adultos mayores, advirtieron especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) durante la Primera Conferencia Mundial en Seguridad Alimentaria y Cambio Climático, con sede en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
Este jueves 10 de abril, en el Centro Cultural Universitario Bicentenario (CC200), ante un concurrido grupo de jóvenes universitarios, se llevó a cabo la mesa de diálogo en salud planetaria “Salud y cambio climático”, con la participación del doctor Horacio Riojas Rodríguez, director de Salud Ambiental, y de la doctora Mishel Unar Murguía, integrante del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, ambos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)
Durante su intervención, el doctor Riojas Rodríguez, también director del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud en Epidemiología Ambiental y de la Red para la Evaluación de Salud Planetaria en Escenarios Sindémicos Emergentes (ESPESIES), profundizó en el vínculo entre salud planetaria, salud pública y cambio climático en México. «Nosotros vemos y estudiamos el cambio climático desde la perspectiva de la salud planetaria. Es resultado de la degradación ambiental provocada por la actividad humana», afirmó.
El especialista enfatizó la necesidad de abordar los riesgos actuales y futuros que el cambio climático representa para la salud. Mencionó que se realizan estudios, tanto retrospectivos como proyectivos, que evidencian su creciente impacto.
«Las exposiciones relacionadas con el calor, la radiación ultravioleta, enfermedades infecciosas, polenes, sustancias químicas, climas extremos y efectos en la salud mental están directamente relacionadas con el cambio climático. Además, interactúan con factores de contaminación y enfermedades transmitidas por vectores», explicó.
Destacó que tanto en México como a nivel internacional se están desarrollando nuevas políticas en materia de cambio climático que buscan incluir indicadores de salud y salud ambiental, con el objetivo de medir los avances en la protección de la población ante este fenómeno.
El doctor Riojas aseguró que el cambio climático representa una preocupación creciente: «Ya no es un problema del pasado; es una realidad del presente y una amenaza para el futuro. Está incidiendo de manera importante en el bienestar y la salud, especialmente en poblaciones vulnerables como los niños, mujeres embarazadas y adultos mayores».
Agregó que la academia y la sociedad deben unir esfuerzos. Desde la investigación, mencionó que se están generando e implementando nuevas rutas de acción y políticas preventivas. Además, invitó a los jóvenes presentes a participar en los programas de posgrado del Instituto Nacional de Salud Pública.
Por su parte, la doctora Mishel Unar Murguía subrayó la relación entre alimentación y degradación ambiental. Señaló que la forma en que nos alimentamos se ha convertido en una de las principales amenazas tanto para la salud humana como para el planeta.
«El sistema alimentario ha sido creado por el ser humano, pero no ha logrado resolver problemas como el hambre, la desnutrición ni la pobreza extrema. Al contrario, está generando una pandemia de obesidad y enfermedades crónicas, mientras contribuye al deterioro ambiental», advirtió. Finalmente, hizo un llamado a los asistentes a tomar acción inmediata en favor del planeta.