noviembre 16, 2024

Estudios realizados por especialistas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) han puesto de manifiesto riesgos significativos en la zona de la presa de San José, debido al desprendimiento de rocas o deslaves, los cuales representan una amenaza latente para quienes visiten esta área considerada recreativa.

Los hallazgos son resultado de indagaciones realizadas durante los últimos 12 años por investigadores del Instituto de Geología de la UASLP, que han sido validados por estudios adicionales en 2016 y 2018. Además, recientemente, el doctor Lorenzo Borselli, profesor de tiempo completo de esa entidad académica, corroboró estos estudios mediante actividades de campo y fue contactado por Protección Civil del ayuntamiento capitalino, con miras a atender la problemática detectada.

En este sentido, el director del Instituto de Geología, el doctor Rubén Alfonso López Doncel recomendó a las autoridades correspondientes limitar el acceso a la emblemática presa ubicada en la capital potosina para evitar el peligro que existe. “Es un sitio de esparcimiento que los potosinos reconocemos como un lugar para pasear, comer, ver el agua, es bonito”, señaló, pero insistió en que si llega a ocurrir ese desprendimiento de rocas o deslaves esto afectaría la seguridad física de las personas que asisten.

Se han identificado dos condiciones de peligro en la zona de la presa: la caída de grandes bloques de roca, algunos con un diámetro superior a los 3 metros y un peso mayor a 10 toneladas, desde las paredes semi-verticales que rodean los lados de la presa hasta las áreas de juegos infantiles, venta de alimentos y estacionamiento público. También existe el riesgo de desprendimiento en la infraestructura hidráulica utilizada para la evacuación del excedente de agua cuando la presa alcanza su capacidad máxima, es decir, los vertederos.

En entrevista, los científicos de la UASLP coincidieron en que estas amenazas se identificaron desde hace tiempo. La cartografía inicial de la Sierra de San Miguelito ya mencionaba las formaciones con posibilidad de caídas de rocas debido a la erosión. Este conocimiento se formalizó en un documento en 2012, con la creación del Atlas de Riesgo para los municipios de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez. El problema se ha vuelto más evidente con los estudios recientes del doctor Borselli, quien ha detectado derrumbes en los últimos cinco años, confirmado a través de imágenes.

López Doncel explicó que las rocas que forman la presa de San José y su vaso son propensas a fracturarse por su origen volcánico. Estas fracturas permiten la entrada de agua, luz y vegetación, lo que acelera la erosión. Tanto la sequía, como las lluvias extremas pueden incrementar el riesgo de desprendimientos.

Para minimizar estos riesgos, Borselli recomienda estudios más detallados, utilizando modelos digitales de la superficie del terreno de la presa con alta resolución. Esto permitirá una evaluación más precisa de las zonas afectadas. “Nosotros vamos a detectar rocas en equilibrio precario, evaluar qué hacer, dónde cae y cuáles son las afectaciones, a través de herramientas físico-matemáticas que nos permiten identificar las amenazas. Tenemos especialistas que pueden evaluar cuál es el área potencialmente amenazada”, afirmó el experto.

El director del Instituto de Geología señaló que, si bien lo ideal sería restringir el acceso de paseantes a estas áreas, otra medida viable podría ser la instalación de letreros que adviertan a los visitantes sobre el peligro e indicar que cualquier ingreso se realiza bajo su propia responsabilidad. Finalmente, subrayó la importancia de estudios continuos y la actualización constante del Atlas de Riesgo para tomar medidas preventivas y proteger tanto a las personas como a la infraestructura de la zona.