La “influencer” poblana Elena Larrea, de la organización Cuacolandia, que señaló un posible maltrato animal en el Congreso Nacional Charro que se realiza en San Luis Potosí, es hija del magnate minero Germán Larrea Mota-Velasco, quien ha sido denunciado por contaminar ciudades y ríos del país, también es un conocido apostador en las carreras de caballos, donde el maltrato animal es extremo y los lleva hasta su sacrificio.
Sin tener pruebas fehacientes, la señora Larrea denunció que una jinete en el torneo de charros en la capital potosina habría lastimado a su caballo con varios golpes con fuete, pero solo se basa en un video que circuló en las redes sociales sin que se aprecie un daño al caballo.
En los eventos charros se acatan las disposiciones establecidas para no incurrir en maltrato animal y en el caso en referencia, no se tiene reporte alguno de que haya pasado lo que se difunde en el video y retomado con ligereza por la hija de Larrea porque no está confirmado lo que aseguró.
Heredera de un imperio minero y logístico construido por su padre que enfrenta denuncias por contaminar varias zonas del país, Elena Larrea recurrió a la página de “OnlyFans” para obtener fondos y sostener un rancho donde alberga caballos rescatados en Puebla.
De manera paradójica, su padre Germán Larrea es un apostador empedernido de las carreras de caballos en la CDMX y otras partes del mundo, y en las que es muy común el maltrato animal pero sobre ello Elena Larrea no dice nada.