-Hay quienes después de desbaratarse pretende jugar l rompecabezas
Una lucha auténtica exige una apertura genuina, sin cortapisas y manteniendo el paso invariable que reclama el cambio, señaló el maestro en Derecho Pedro de Jesús Olvera Vázquez, integrante de SUMA SLP que apoya a Claudia Sheinbaum Pardo, quien busca la Coordinación Nacional de Defensa de la Cuarta Transformación.
Afirmó que el ritmo de la transformación no puede permitirse la cerrazón de las nuevas élites de la política frente a cualquier expresión que espontánea y legítimamente comparte ideales e ideas.
El también catedrático de varias universidades y quien se ha desempeñado como funcionario municipal, estatal y federal añadió: “Desde luego, hay quienes después de despedazarse pretenden jugar al rompecabezas, armando baratijas con los desechos, pues no tienen más opción para vender. Buscan disfrazar y simular de alternativa a productos supuestamente originales, pero que son sobrantes de maquinarias distintas e inservibles por su propia deformación, que se niegan a reconocer”.
Dijo que la democracia se distorsiona con clases políticas minoritarias, pues es un concepto que procura la participación ciudadana, de las mayorías, sin actitudes sectarias, fobias ni filias que la nieguen.
Puntualizó que lo contrario a restar, disminuir y quitar es sumar, y esa es la misión que entraña y adopta esta suma de expresiones diversas con propósitos comunes. Por ello, el movimiento SUMA es un taller de construcción de espacios políticos para la participación de los ciudadanos, tanto para quienes ya han tenido experiencias con organizaciones, partidos políticos, frentes o coaliciones como para los que no.
“Transformar es moldear la materia, pero, como se sabe, ésta no se crea ni se destruye; lo que no se aprovecha, sin duda habrá de estorbar y, sin proponérselo, constituirá un obstáculo. No significa que deje de desbreñarse la mala hierba, que se aparte lo que pudre. La transformación que queremos debe construir vínculos verdaderos entre la gente cotidiana y los que albergan la vocación de la política”.
Agregó que en SUMA, y con Claudia Sheinbaum, “los desplazados por la deslealtad, los damnificados de acuerdos oscuros y pragmatismos convenencieros que han surgido de tres o más décadas de competiciones feroces, los que huyen de partidos que se han convertido en franquicias, de institutos privatizados y en manos de dueños sin más objeto que el negocio y los ciudadanos que aún no han participado, pero quieren hacer política, todos ellos tendrán cabida para continuar la transformación”.
Olvera Vázquez finalizó diciendo que Claudia Sheinbaum representa un exhorto desde lo más profundo de la historia política mexicana para consolidar un rumbo definido y sin sobresaltos, para rechazar la división y el odio que amenazan a nuestra sociedad. “Por eso, las organizaciones y movimientos sociales, las causas más sentidas y las preocupaciones más inmediatas de nuestro pueblo tienen cabida, serán atendidas y sumadas”.